''Un deseo se estaba cumpliendo muchos años después de ser formulado y eso es algo a lo que no estamos acostumbrados, un suceso que no ocurre a menudo y que, cuando sucede, extraña más que maravilla.''
3 4 2 p á g i n a s
I S B N : 9 7 8 - 8 4 - 1 8 3 2 3 - 4 6 - 1
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S i n o p s i s :
Cuatro reinas está preñada de espiritualidad. La realidad y aquello que no vemos se dan la mano constantemente, enredando caminos. Cuatro reinas son las protagonistas de esta novela, las de la baraja, aquellas con estados del alma ligados a la añoranza, a los sueños por cumplir, al amor o a la tristeza. Son mujeres como tú o como yo que viajan a Madrid o a la India, que provienen de una isla de Canadá o de Nápoles; esas que se entremezclan con otros personajes, hombres y mujeres, que ciñen su existencia y forman su cortejo. Las reinas de Bastos, Copas, Oros y Espadas piden hablar. A cada cual su estilo, su personalidad, su bagaje interior. ¿Cuál es tu reina? Sed bienvenidas.
Me gustaría empezar esta reseña por el principio del principio, es decir, el título, el cual me parece uno de los más apropiados que me he encontrado nunca. Cuatro reinas. Al pensar en una reina enseguida nos embriaga la grandeza, la superioridad, el poder de una líder. ¿Y qué significa todo esto?, ¿en qué se traduce tanta expectativa? En un todo, un espíritu completado por todas sus partes. Y es que esta historia va exactamente de eso. Rosemary, Irene, Meredith e Isabella, las protagonistas de esta historia, las cuatro reinas, son cuatro mujeres poderosas, cuatro vidas que, además, están unidas por la espiritualidad que las envuelve a todas.
Rosemary es la reina de copas, la cual tiene un pasado turbulento que la ha marcado para siempre; Irene, la reina de bastos, sueña con triunfar en un espectáculo musical; Meredith, reina de oros, es una actriz retirada cuyos años le pesan de más e Isabella, la reina de espadas, es la locutora de radio que encontrará en su investigación un nuevo camino para ella y sus hermanas. De todas ellas se desprende una magia especial, pero no una magia irreal y ficticia, sino la del día a día, la que va forjando la personalidad de cada una de manera individual y las diferencia, y así y todo, un poderoso vínculo las une. Al mismo tiempo, el misterio del destino juega con ellas y las empodera. Esto se va descubriendo poco a poco con el paso de las páginas, y la manera en que se van presentando los capítulos y sus escenas es muy fluida y artística, evocando mucha teatralidad.
Precisamente por esto último, algo que tengo que destacar, y que me atrevería a afirmar que me ha gustado incluso más que la propia historia, es la exquisita pluma de la autora. Su estilo es único, leerla ha sido un placer. Cada párrafo es una pequeña obra de arte independiente. Contiene una intensidad que lejos de llegar a abrumar al lector, lo atrapa, y en muchas ocasiones se presentan sutiles recursos que enriquecen la lectura, como metáforas narrativas muy bien hiladas que endulzan a todo el conjunto. En mi opinión, Esther Ventura escribe de una manera muy audaz e inteligente.
Al igual que el silencio grita, el dolor tergiversa.
Un personaje que me ha llamado especialmente la atención es Olive, tanto que me hubiera gustado tener más escenas de ella y poder bucear en su punto de vista, me ha inspirado mucha ternura en ocasiones y me parece, o al menos a mí me ha dado esa impresión, que está construida de una manera muy delicada y frágil. Desprende mucha tristeza, a la vez que enternece conocer la historia en la que está envuelta.
En lo personal, he de confesar que esta lectura me ha sacado de mi zona de confort con la lectura, pero he de reconocer que esto me ha servido para valorar otros estilos y atreverme a autores desconocidos o a historias que no gozan de tanta popularidad, ya que esto, muchas veces, se debe a factores totalmente inmerecidos. Esta lectura me ha llevado a territorios ajenos que he sentido como propios, creo que es parte de su magia, de su poder; el poderte convertir, como lectora, en la quinta reina. Tengo muchas esperanzas depositadas en la autora en cuanto a futuras publicaciones y, por supuesto, estoy cargada de buenos deseos para ella. Si sigue explotando su talento con la ambientación y las descripciones, puede que se avecinen verdaderas obras de arte. Su obra prima ya es del todo alabable.
Si tengo que mencionar algún aspecto menos positivo del libro es quizá la inicial difusión en los acontecimientos; si no se está lo suficientemente concentrado en la lectura es muy probable que se pierda el hilo o que las escenas no parezcan tener unicidad entre ellas. Como digo, esto solo sucede al inicio. No obstante, forma parte del estilo de la novela y, como la narración es buena, según se avanza se va descubriendo la belleza de todo el conjunto.
Cuando expira el tiempo destinado a la espera, hay que renacer.
En conclusión, Cuatro reinas revela una historia muy propia, cargada de vivencias y diferentes hechos marcados entre sí. Es un relato muy espiritual, que infundirá en el lector una energía u otra según vaya adentrándose en sus páginas. Es una lectura versátil pero calmada, con diferentes puntos de vista e interacciones y con personajes fuertemente construidos que van abriendo camino a la historia.
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Gracias a la editorial por la oportunidad de poder leer esta novela y a la autora, por las tan buenas palabras que siempre tiene guardadas para mí.