Hannah es una joven amish de Pensilvania; vive en un entorno rural, aislado y rígido, que aún hoy sigue las normas y códigos del siglo XVII. El mismo día en que cumple dieciséis años, y por vez primera en décadas, se permite la entrada de un forastero, Daniel, un joven que acaba de llegar de Seattle para hacer un reportaje
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Empecé a leer esta novela por votación instagramera xD así que muchas gracias a mis seguidores, que votaron sabiamente.
Como os digo en el IMM, lo descargué para leerlo en la versión para Kindle porque todavía no había leído nada de esta autora que tan buenas críticas estaba acumulando y quería saber cuál era mi opinión. Pues bien, a día de hoy, ya he leído sus otras novelas (Robinson Girl y La gramática del amor, pendientes de reseña) y esto se debe a que la experiencia que tuve con este libro, El corazón de Hannah, fue maravillosa. No esperaba encontrarme con una historia tan bien contada, con una prosa tan bonita y con una protagonista tan valiente, luchadora y única.
Leer este libro me supuso un acercamiento a la cultura amish que no había tenido antes. Como ya sabréis, los amish o menonitas amish son una comunidad cultural de personas creyentes y practicantes de la religión cristiana baptista y son conocidos por ''el mundo'' principalmente por su estilo de vida sencillo y de abstinencia tecnológica y por valorar, sobretodo, el trabajo, la humildad y la vida tranquila en el campo. También se reconocen fácilmente por su vestimenta al estilo de los siglos XVII y XVIII.
Hannah, la protagonista de este libro, pertenece a una familia amish. El mundo al que está acostumbrada no es el mismo que el nuestro. Objetos tan normales para nosotros como pueden ser un iPod o un ordenador portátil son totalmente desconocidos para ella. Su vida consiste en agradar a Dios y a su familia y convertirse en una mujer ejemplar.
El principio del libro trata, básicamente, la descripción de su vida día a día, que a mí me ha gustado especialmente. La forma que ha tenido la autora de llevar al lector a la aldea de Hannah me ha encantado. Lo ha descrito a todo detalle y con una prosa impecable, bellísima. Al principio de cada capítulo, además, se adjunta un proverbio amish diferente, aunque todos igual de preciosos; reflexivos y acertados.
Se nota que la autora se ha documentado exhaustivamente acerca de la cultura amish, ya que durante toda la novela se aprecian detalles de sumo realismo, lo que invita, además, a que te sientas más dentro de la historia si cabe y aprendas bastante de esta cultura.
La narración es en tercera persona. La mayoría de capítulos están orientados hacia el punto de vista de Hannah, pero también los hay hacia el de Daniel, el personaje secundario más destacable.
Entre ellos dos se lleva a cabo una historia de amor que para mí tiene sus pros y sus contras dentro de la literatura en general. ¿Primero lo bueno o lo malo? Empezaré por lo segundo. Es un amor a primera vista que creo que se desarrolla de forma bastante precipitada. Aunque en la sinopsis se lea que Hannah siente enseguida algo por él, es al revés. A Daniel le empieza a atraer la suma belleza de Hannah, de la que ni siquiera ella es consciente. Es su físico, su trayectoria tranquila en la vida, su carácter tímido pero valiente a veces, lo que hace que, desde un principio, Hannah sea el objetivo de Daniel. Luego, ella empieza a fijarse en él por las veces que coinciden en el pueblo, porque es ''exótico'' y porque se interesa por ella. La hace sentir especial.
El amor que Hannah siente por Daniel me parece lógico. En el fondo, es una chica con inquietudes y con ganas de saber más de la vida. ¿Cómo no va a sentir algo hacia el interesante chico urbanita que llega a su remota aldea? Lo que siente es un amor puro, inocente e indefenso. ¿Indefenso? Sí, porque Daniel asume de la noche a la mañana que su relación es imposible y se marcha. Y vuelve. Y se vuelve a marchar.
Esto es lo que más me molestó del libro, y lo que me impidió ponerle la máxima puntuación. Me pareció muy egoísta (a pesar de sus argumentos) y derrumbó todo el pilar romántico que había construido alrededor de Hannah. Me puse en la piel de ella y me sentí un juguete; un corazón roto antes de tiempo por una persona que no supo apreciar el potencial de su amor. Una entrega total y desinteresada, nublada por el primer amor, tirado a la basura. Y ''mi'' desengaño amoroso no termina ahí, sigue al final de la novela, que no puedo spoilearos.
Lo bueno que encontré en esta historia de amor es Hannah. Sí, simplemente Hannah. No es una protagonista más de una novela, es LA protagonista. Real e increíble. A lo largo de las páginas podemos apreciar una profunda maduración personal sumado al aferro a las propias creencias (como autosalvación), que sean cuales sean, no dejan de estar en el corazón de cada uno.
Cuando Hannah va a Nueva York en busca de Daniel, la historia se vuelve un poco más dura. Imaginaos, la pobre muchacha en la gran ciudad, donde tiene que vérselas con situaciones de todo tipo. Sea cual sea el destino que allí le aguarda (spoilers no) no volverá a ser la misma. Todo a lo que se tiene que enfrentar y lo que descubrirá, la convertirán en una Hannah distinta, pero también más fuerte y autosuficiente.
De verdad, la autora se ha currado este personaje a más no poder. Creo que todos deberíamos leer esta novela para tomar ejemplo, porque nos enseña una lección tras otra.
En resumen, El corazón de Hannah es una historia memorable. Sin duda, Hannah se ha llevado un trocito de mi corazón y su nombre pasa a estar entre los primeros de mis personajes favoritos. Una historia de amor, lazos familiares, autosuperación personal y de lo más importante, lo que nos hace ser como somos, nuestros ideales, que deben ser irrompibles ante todo.
Esto es lo que más me molestó del libro, y lo que me impidió ponerle la máxima puntuación. Me pareció muy egoísta (a pesar de sus argumentos) y derrumbó todo el pilar romántico que había construido alrededor de Hannah. Me puse en la piel de ella y me sentí un juguete; un corazón roto antes de tiempo por una persona que no supo apreciar el potencial de su amor. Una entrega total y desinteresada, nublada por el primer amor, tirado a la basura. Y ''mi'' desengaño amoroso no termina ahí, sigue al final de la novela, que no puedo spoilearos.
Lo bueno que encontré en esta historia de amor es Hannah. Sí, simplemente Hannah. No es una protagonista más de una novela, es LA protagonista. Real e increíble. A lo largo de las páginas podemos apreciar una profunda maduración personal sumado al aferro a las propias creencias (como autosalvación), que sean cuales sean, no dejan de estar en el corazón de cada uno.
Cuando Hannah va a Nueva York en busca de Daniel, la historia se vuelve un poco más dura. Imaginaos, la pobre muchacha en la gran ciudad, donde tiene que vérselas con situaciones de todo tipo. Sea cual sea el destino que allí le aguarda (spoilers no) no volverá a ser la misma. Todo a lo que se tiene que enfrentar y lo que descubrirá, la convertirán en una Hannah distinta, pero también más fuerte y autosuficiente.
De verdad, la autora se ha currado este personaje a más no poder. Creo que todos deberíamos leer esta novela para tomar ejemplo, porque nos enseña una lección tras otra.
En resumen, El corazón de Hannah es una historia memorable. Sin duda, Hannah se ha llevado un trocito de mi corazón y su nombre pasa a estar entre los primeros de mis personajes favoritos. Una historia de amor, lazos familiares, autosuperación personal y de lo más importante, lo que nos hace ser como somos, nuestros ideales, que deben ser irrompibles ante todo.
Un libro precioso que recomiendo con creces. Su lectura entre líneas no te dejará indiferente.
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